Esta no es la clásica receta de coliflor gratinada, ya que le introduje unas variantes, así que el plato es coliflor gratinada a mi manera jejeje.
Las variantes que introduje tuvieron como principal razón complacer a mi hija, Diana Carolina, a quien no le gustaba la salsa bechamel, ya que desde los 3 años fue alérgica a dos de sus principales ingredientes: harina de trigo y leche, por lo cual le fueron retirados por dos años de su dieta diaria por el médico alergólogo que la trataba. Por esa razón no se acostumbró al sabor y cuando ya podía consumirlos tuve que ingeniármelas para cambiarle el sabor.
Esta foto es de la época cuando introduje en la dieta de Diana la coliflor gratinada y el pasticho. Como ambas recetas llevaban salsa bechamel y a ella no le gustaba, para que la aceptara le adicionaba a la bechamel unos trozos de queso guayanés (un queso venezolano parecido a la mozzarella pero con más sabor), y entonces lo llamaba “guayamel” en lugar de bechamel jejeje, y así aceptaba comer ambos platos. A la coliflor gratinada le agregaba crema de maíz o maíz tierno en granos y eso le gustaba más. Así que esas son las variantes que uso en la receta original, y espero que les guste.
INGREDIENTESEl ingrediente principal es una coliflor que tenga duras y compactas las florecitas.
También necesitaremos:
4 cucharadas de harina de trigo
2 tazas de leche
1 cucharada de margarina o mantequilla
queso blanco fresco
1 lata de crema de maíz o maíz tierno en granos
Nuez moscada y
queso parmesano.
PREPARACIÓN
Retiramos las hojas y los tallos de la coliflor, la separamos en ramitos y los lavamos con suficiente agua.
Ponemos los ramitos en una olla a cocinar al vapor. Yo le agrego un chorrito de leche al agua de la vaporera para disminuir la intensidad del olor de la coliflor al cocerse.
Luego de unos minutos al vapor, cuando los tallos estén tiernos pero firmes, retiramos la olla del fuego y la destapamos para que se enfríe la coliflor. La idea es que la coliflor quede cocida y firme, no flojita que se desbarate cuando la tomemos con la mano.
Mientras se fue enfriando un poco la coliflor para poderla manejar con la mano, rallé el queso blanco fresco. Esta vez no tenía en casa queso guayanés, así que utilicé un pedazo de queso blanco llanero que estaba suave y sabroso, así que esta vez en lugar de “guayamel” esta vez haré “quesomel” jajaja.
Rallé como 1 taza de queso blanco fresco.
Esta es la apariencia del queso guayanés, busqué la foto en internet para que tengan una idea de cómo se ve. Es muy suave al tacto y delicioso.
Generalmente se compra empacado en un envase con un poco de suero.
Puse a precalentar el horno. Luego coloqué dos tazas de leche en el vaso de la licuadora y le agregué 4 cucharadas colmadas de harina de trigo. Prefiero mezclar la harina con la leche en la licuadora para que no se formen grumos cuando cocino la mezcla.
La leche con la harina se pone en una olla a fuego moderado y se le agrega una cucharada de margarina o mantequilla.
Se espolvorea un poco de nuez moscada y se empieza a remover para que no se pegue mientras va espesando.
En lo que espese agregamos el queso rallado o si tenemos guayanés o mozzarella lo vamos incorporando en trozos.
Mezclamos para que se incorpore bien el queso.
Y cuando la mezcla haga hilos al levantar la cuchara, apagamos el fuego y reservamos.
Enmantequillamos un molde resistente al fuego del horno.
Tomamos ramitos de coliflor y vamos cortando en tajadas que colocaremos en el fondo del molde enmantequillado.
Extendemos un tercio de “quesomel” o salsa bechamel convencional sobre las rebanadas de coliflor y agregamos maíz por encima.
Volvemos a cortar tajadas de coliflor que colocamos sobre la tanda anterior.
Agregamos otro tercio de “quesomel” y más maíz. Yo hice así tres capas o tandas intercaladas de colifor, “quesomel” y maíz.
Finalizamos agregando el resto de “quesomel” que nos quedó.
Emparejamos la superficie con la cuchara.
Y esparcimos queso parmesano por encima. Metemos la bandeja al horno hasta que se gratine la superficie. El tiempo variará de acuerdo a la temperatura que acostumbre poner el horno para gratinar.
Lo importante es que todos los ingredientes ya están cocinados, por lo que al gratinar el plato estará listo. Sacamos del horno y dejamos reposar un momento mientas arreglamos la mesa para servir la comida.
Yo preparé la coliflor gratinada este domingo para el almuerzo y la serví como acompañante a unas hamburguesas que hice. También me serví arroz al cubito (la receta está en el blog), aguacate y dulce de plátano. Estuvo rico mi almuerzo!
TIP
Si se complican haciendo la salsa bechamel pueden recurrir a los sobres de mezcla pre preparada, que existen de diversas marcas, a los cuales sólo deberán agregar leche. Aquí una foto de uno de esos sobres, que sirven para casos de emergencia cuando se nos ha acabado la harina.
Hasta la próxima receta!
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